Un día en Hannover
Hannover es la capital del estado federado de la Baja Sajonia, en el norte de Alemania. ¿Cómo puede haber tanta belleza en una ciudad tan pequeña? Mi visita a Hannover la realicé en un día y viajé hasta allí desde Bremen, ciudad que se encuentra a tan sólo una hora y veinte minutos en tren de Hannover, lo que nos permitió ir y venir en el mismo día. Sin duda, una experiencia realmente sorprendente, pues la belleza y majestuosidad que allí presencié no me la esperaba. Así que si estás de viaje por el norte de Alemania, te aconsejo que te des un salto hasta Hannover, que está cerca de otras grandes ciudades alemanas como Bremen, Hamburgo , o Berlín .
Curiosidades de Hannover
Es considerada la ciudad verde de Alemania, pues prácticamente la mitad de su área urbana es zona verde con alrededor de 8.000 árboles con más de 20 años de vida. Tiene un incontable número de edificios que se debaten entre un estilo antiguo y moderno. La ciudad está bastante cuidada, hasta el más mínimo detalle, incluso aquellas edificaciones que fueron derruidas en la Segunda Guerra Mundial presentan un aspecto pulcro.
El edificio profano de mayor antigüedad es el Ayuntamiento Viejo, construido en 1410, aunque en la actualidad está en desuso ya que en 1913 se inauguró el nuevo Ayuntamiento. Una edificación que tardó más de 20 años en ser construida y que al verla parece más que un edificio que alberga una Institución Pública, un Palacio en toda regla.
El hilo rojo que recorre la ciudad. Una original idea para hacer más fácil, divertida y amena la visita a esta ciudad. ¿Qué es eso del hijo rojo? Cuando salgas de la estación central de tren, Hannover Haupbahnhof, deberás fijarte en el suelo, pues de la plaza Ernesto Augusto parte la ruta del hijo rojo, de 4.200 metros. Esta ruta recorre toda la ciudad con una línea roja pintada en el suelo conectando todos los puntos turísticos más importantes y emblemáticos. De esta manera, los visitantes podrán disfrutar mejor de esta experiencia sin perderse, pues el recorrido te trae de vuelta a la estación central de tren.
Qué ver en Hannover
Los imprescindibles para visitar en Hannover están marcados en la ruta del hilo rojo, así pues, partiendo de la estación central tomando la ruta de la izquierda, el primer monumento que podrás divisar el gran Teatro de la Ópera. Este hermoso edificio se construyó durante siete años a partir de 1845. Su estilo arquitectónico es clasicista tardío, que combina el arte antiguo con el moderno. Una guía de óperas publicada en Inglaterra la califica como una de las 20 mejores salas del mundo, y la mejor de Alemania. En su interior también se encuentra un Museo Teatral.
Siguiendo la ruta verás varias zonas ajardinadas y llegarás a la Aegidienkirche, o Iglesia de San Gil del siglo XIV. Lo que podemos ver hoy en día es la planta y la torre, pues tras el bombardeo que sufrió la ciudad en la Segunda Guerra Mundial, su estructura es lo único que se mantuvo en pie. Cuenta en su interior con la «campana de la paz», un regalo de la ciudad hermanada de Hiroshima de 1985. Desde entonces, cada 6 de agosto la campana suena en honor a los fallecidos por la bomba atómica.
Muy cerquita de esta iglesia en ruinas está el Neues Rathaus, o Ayuntamiento Nuevo. Un edificio majestuoso que se encuentra abierto al público. En su interior podrás ver varias maquetas que reflejan la ciudad en distintas épocas de la historia, así puedes apreciar su evolución en el tiempo. El estilo arquitectónico es de castillo ecléctico y cuenta con unas 10 hectáreas de terreno con grandes jardines, lagos y plazas. Su cúpula tiene más de 100 metros de altura al que puedes subir para admirar el esplendor de esta maravillosa ciudad.
Justo detrás del Ayuntamiento Nuevo, si caminas apenas 5 minutos, llegarás al inmenso lago Maschsee. De construcción artificial, mide más de 1 kilómetro. Continua por la ruta del hilo rojo hasta la zona del Río Leine. De esta forma, conectarás con la parte antigua de la ciudad donde se encuentra la avenida de las Nanas, un paseo con tres esculturas coloridas y voluminosas de la artista francesa Niki de Saint Phalle y que exaltan la sexualidad y sensualidad femenina.
Al cruzar el río a la otra orilla, entrarás en las calles de la ciudad vieja, que guardan la esencia de la ciudad que existió antes de la Segunda Guerra Mundial. Los bajos de las edificaciones son bares y restaurantes de todo tipo, en ellos podemos hacer una parada para cargar energías y continuar con la visita. Siguiendo la ruta, podrás pasear por sus callejuelas empedregadas hasta llegar al Ayuntamiento Viejo.
En la zona conocida como Mitte, está situado el Altes Rathaus o Ayuntamiento Viejo. Su construcción de 1410 lo convierte en el edificio profano más antiguo de esta ciudad. Fue el primer Ayuntamiento y su estilo arquitectónico es gótico-báltico, también conocido por gótico de ladrillos. Después de visitar esta zona, continua la ruta y llegarás a la zona comercial de la ciudad, para los amantes de las compras aquí se encuentra una calle peatonal llena de las tiendas de moda del momento y para todos los gustos. De aquí ya solo queda regresar a la estación central de tren.