Parque Nacional Manuel Antonio, un día genial

Parque Nacional Manuel Antonio, un día genial

El Parque Nacional Manuel Antonio está situado al sur de Quepos, a unos 132 kilómetros de la capital costarricense de San José. En Costa Rica abundan los Parques Nacionales. Se puede llegar a pensar que no debe haber mucha diferencia entre ellos, pero es una concepción totalmente equivocada. Cada espacio presenta una flora y fauna diferente, aunque con patrones comunes, y una belleza única y singular. Ahora mismo, Ana y yo estamos realizando un voluntariado en Pura Vida Hostel Manuel Antonio. Esto nos permite conocer la hermosura de Manuel Antonio y alrededores, ya que esta cerca de sitios increíbles.

Uno de estos lugares es el Parque Nacional Manuel Antonio, muy popular gracias al enclave natural en el que se encuentra. Cuenta con especies vegetales de bosque primario, bosque secundario, manglares, lagunas, vegetación de litoral costero, 109 especies de mamíferos y 184 de aves. El parque también incluye 12 pequeños islotes o roques en su costa. Éstos, a menudo, son visitados por una serie de delfines y ballenas migratorias durante la temporada de nacimiento de estos cetáceos. Además, existen tres playas accesibles para el baño, de arena fina y rubia, y aguas turquesas transparentes.

El Parque Nacional Manuel Antonio

Hay muchas actividades qué hacer. Desde pasear y detenerse por sus pasarelas de madera a observar los animales, hasta rutas de senderismo. Éstas conducen a lo alto del parque para divisar su exuberante extensión. Asimismo, la primera ruta disponible es hacia una cascada muy bonita. Después de visitarla, se puede hacer senderismo hacia los miradores. Hay ocho miradores en el recinto, y aunque la subida a ellos se presenta angosta, las vistas son espectaculares. Para finalizar, relajarse en alguna de sus playas es el plan perfecto para culminar un día lleno de emociones.

No obstante, hay que tener cuidado con los ladrones si no quieres quedarte sin tu comida o teléfono. Los mapaches y cariblancos son unos cacos bastante habilidosos. Con mis propios ojos vi como un mapache abría una mochila con sigilo, y como un cariblanco nos arrebataba una bolsa con unas sandalias. Afortunadamente, subido sobre un árbol comprobó que no era comida y las devolvió tirándolas a la arena.

El Parque Nacional Manuel Antonio abre sus puertas a las 7 de la mañana, hasta las 4 de la tarde. Abre todos los días menos los lunes. La entrada para nacionales cuesta 3 dólares, 16 dólares para extranjeros. La diferencia es notable, pero sabiendo que el dinero está destinado a preservar la naturaleza y las especies animales, uno lo paga con gusto.

Además, se pueden ver muchísimos animales. Los que yo logré ver fueron perezosos de tres y dos dedos, cariblancos, monos araña, ranas, iguanas, lagartijas, un venado de cola blanca, los mapaches ladrones, un mono congo, pizotes, murciélagos, y una gran variedad de insectos. Sencillamente, es un lugar mágico en el que se puede apreciar la grandeza de la vida animal y vegetal. El Parque Nacional Manuel Antonio es pura vida.