Cerro Chato, una excursión imprescindible

Cerro Chato, una excursión imprescindible

Se puede decir que el volcán Cerro Chato es el hermano pequeño del famoso volcán Arenal. Ambos están situados en la norteña región costarricense de La Fortuna. Auritze se estaba quedando en dicha localidad por unos días. Ana, María, y yo, nos estamos quedando en Tilaran, a unos 50 kilómetros de La Fortuna.

Queríamos hacer una ruta de despedida, pues con Auritze, lamentablemente, ya no nos cruzaríamos más en el viaje. Así que, planeamos hacer una excursión diferente, y subir a un volcán. Como ya les he adelantado en otras ocasiones, el precio de los parques nacionales para extranjeros es bastante elevado, así que ir al volcán Arenal estaba descartado. Además, no se puede llegar al cráter y el recorrido es bastante limitado. Entonces, escuchamos hablar del Cerro Chato, un volcán cuyo cráter está ocupado por una laguna de aguas verdes – turquesas. ¡Wow, tenemos que ir allí!, dijimos.

Y así fue. Nos informamos bien de cómo acceder al sendero de forma gratuita, y evitar así el cobro de 10 dólares. Algo que solo los lugareños conocen. Para iniciar la ruta, teníamos que partir del hotel Green Lagoon. Para llegar a él, hay que llegar hasta la entrada de pago de las cataratas de La Fortuna. Ahí hay un cartel que indica que el hotel se encuentra subiendo el camino de la derecha antes de comenzar los aparcamientos.

Y ahí estábamos las cuatro, investigando cuál era el camino gratuito. Seguimos las indicaciones que nos habían dado. Hay que pasar el hotel, dejándolo a la derecha y continuar hacia arriba. Éste camino se desvía a la derecha, pero justo en la curva hay una valla. Ésta es la que hay que cruzar. Ese día estaba volcada en el suelo. Fue entonces cuando comenzamos a subir por las faldas del volcán Cerro Chato.

La ruta por Cerro Chato

El camino empezó a vislumbrarse confuso. Estábamos caminando campo a través. Menos mal que teníamos el apoyo logístico de Wikiloc. Éste indicaba que en apenas 200 metros, desde donde estábamos, llegaríamos al sendero ya marcado para subir al cráter del volcán. Y así fue. Aunque para llegar al camino tuvimos que pasar por una zona en la que nuestros pies se fundieron con la gran cantidad de barro que había, fruto de la incesante lluvia.

La dificultad del sendero es media-alta. Hay que estar preparados físicamente, ya que la ruta no está acondicionada para un tránsito cómodo. Ésta se abre paso por una tupida selva entre raíces de árboles, surcos en piedras, pasadizos, y barro. La pendiente se sitúa entre el 70% y el 90%. Y si a todo esto, le sumamos una espesa niebla y lluvia, es evidente que la ruta se tornó complicada. Aún así, el paisaje es maravilloso. La experiencia, única y mágica. Una se siente pequeña ante tanta inmensidad natural. Como si de una película de tarzán se tratara, o de la mismísima Pándora.

La laguna

Después de casi dos horas subiendo, conseguimos llegar a la cima. Estaba todo muy nublado, y cuanto más arriba subíamos, más fuerte llovía. No importa, queremos llegar a la laguna. Comenzamos a bajar el sendero de la derecha que nos llevaría de la cima del volcán, a la laguna del cráter. Pero, ¿por dónde? Parecía imposible desde arriba. Poco a poco, y con mucho cuidado, conseguimos llegar, después de 15 minutos de peligrosa bajada. Estábamos en la laguna. La lluvia no cesaba. Y la niebla nos impedía apreciar la belleza del entorno.

Pero bueno, ya que estábamos allí, ¿un bañito no? Ana y yo nos despojamos de nuestras ataduras textiles, y ¡al agua pato! Como mamá nos trajo al mundo, nos zambullimos en la laguna del cráter de un volcán. Me quedé fascinada con el tenebroso paisaje. El escenario, sin duda, era digno de una película de terror. Salimos del agua después de unos minutos. Nos vestimos y emprendimos el camino de vuelta. Hacer algo que nunca has hecho, y que, posiblemente, no vuelvas a hacer, es un chute de adrenalina.

Tomamos el camino de vuelta. Esta vez tardamos la mitad que en subir. Aunque es cierto que habíamos acelerado el paso, y que íbamos dando saltos. Aquí les dejo unas fotos de la ruta que hicimos por el exuberante volcán Cerro Chato.

Recomendaciones

Recuerden, que para subir de forma gratuita, hay que dejar el hotel a mano derecha, cruzar una valla, y subir campo a través hasta llegar al sendero marcado y principal. Una vez estás en la cima, hay que coger el camino hacia la derecha para llegar a la laguna. Es recomendable llevar bastante agua, algo de comida, y una camiseta de cambio por si llueve demasiado. Eso, o escoger un día en el que el clima esté calmado y haga sol.

Actualizo que repetí el camino meses después con otros amigos. Se me había olvidado comentar que encontrarás dos señales de prohibido durante el camino. Unas cintas que acordonan la zona y unos alambres te impiden pasar. Pero bueno, en las dos ocasiones los esquivé. La aventura merece realmente la pena, siempre que vayas preparado, y con calma para evitar resbalar. Asimismo, es recomendable no hacer la ruta solo. Pero si estás pensando en hacerla en solitario, es mejor que avises a alguien de que la vas a hacer.