Salar de Uyuni, el más grande del mundo

Salar de Uyuni, el más grande del mundo

Llegué a Bolivia desde Argentina, por la frontera de la Quiaca. Mi primera parada en el país suramericano sería la localidad de Uyuni. Allí me encontraría con un gran amigo de mi infancia. Ambos, junto con mi hermana, viviríamos una experiencia que jamás olvidaremos. Pero todavía no lo sabíamos hasta que culminó el día por el Salar de Uyuni. ¿Quieres saber nuestra experiencia?

El Salar de Uyuni

Del Salar de Uyuni poco conocía. Tan solo que se trata de la extensión de sal más grande de todo el planeta, y a mayor altura. En concreto se encuentra a 3.650 metros de altura sobre el nivel del mar. Y tiene una extensión de aproximadamente 12.000 kilómetros cuadrados. ¡Asombroso! Estaba deseando pasear por dicho lugar. Conocí a una familia encantadora que nos acogió y que casualmente tenían una empresa de turismo que realiza tours por el Salar de Uyuni y otros lugares cercanos. Nunca me cansaré de agradecerles por la experiencia que vivimos.

El día había llegado, Luis sería nuestro guía en un vehículo 4×4 solo para nosotros. Todo estaba preparado y de camino nos empezó a contar las curiosidades del lugar. La primera parada, prácticamente obligatoria en todos los tours, es en el cementerio de trenes. Un lugar con un extraño encanto. A las afueras de Uyuni, se abandonaron numerosos trenes a vapor provenientes de todo el país. Para mi gusto no existe un gran encanto en visitarlo, pues es el reflejo de cómo abandonamos aquello que no sirve. Sin darle algún otro uso, o incluso reciclaje. Sin embargo, ellos lo tienen como un patrimonio, recuerdo de lo que un día transportaba los minerales extraídos de las minas cercanas.

Curiosidades del Salar de Uyuni

Esta inmensa formación milenaria de sal tiene su origen en la presencia de océano en la zona hace millones de años. Tras el choque de placas que originó la cordillera andina, la región padeció una gran época de sequía. El agua, que en su momento se quedó acumulada en el altiplano, se evaporó, dando lugar así al actual Salar de Uyuni, el más grande y a mayor altura del planeta. Este salar se extiende por 12.000 kilómetros cuadrados con una profundidad de 120 metros. A día de hoy aún se sigue explotando este recurso natural que reporta cifras de 10.000 toneladas extraídas al año. Parece una fuente casi inagotable.

Salar de Uyuni, Bolivia

«Hace muchísimos años que las familias de la zona recolectan la sal, la tratan, y posteriormente la venden y exportan a otros países. En la actualidad aún se sigue haciendo pero en menores cantidades. El motivo es que hoy en día la principal actividad en la zona está encaminada al turismo», nos cuenta nuestro guía Luis. Y no es para menos. Es sorprendente ver cómo los artesanos de la región realizan impresionantes figuras y objetos de sal. Incluso hay tres hoteles construidos en sal. Sería maravilloso pasar una noche en alguno de ellos, pensé inmediatamente.

El tour

Ya rodando sobre el salar la emoción que me invadía era enorme. Nunca antes había visto algo igual. Mirase donde mirase solo veía blanco y montañas muy a lo lejos. La primera parada fue en los famosos Ojos del Salar. Son pequeñas perforaciones en la masa de sal de los cuales emana agua y gases del subsuelo, formando así pequeños charcos burbujeantes. Muy cerca se encuentran los montículos de sal. Es una muestra de cómo se recogía la sal de manera artesanal. Pues realizaban pequeños grupos de sal para poder tratarla y transportarla mejor.

Ojos del Salar, Salar de Uyuni, Bolivia

Salar de Uyuni, Bolivia

El viaje en 4×4 continuó hasta el hotel de sal abandonado. Fue la primera construcción que se hizo de sal y hoy en día sirve como patio de comidas para las empresas de turismo. Allí nos sirvieron una suculenta comida vegetariana que prepararon ellos mismos esa mañana. Todo estaba delicioso, sobre todo esa papa frita rellena de huevo. Aún puedo saborearla. Posteriormente, nos dirigimos a un lugar extraordinario en medio de tanta extensión de sal. La llaman la Isla Pez.

Su belleza reside en la rareza que la envuelve. Se trata de una pequeña «isla», tal vez es mejor decir montículo, en la que habitan gigantes especies de cactus. Es bastante curioso ver cómo en un paisaje totalmente protagonizado por el blanco de la sal se erigen estos colosos de más de 10 metros. Se desconoce cómo se formó esta isla, que es única en el lugar. Los lugareños aseguran que siempre existió de forma natural. Quién sabe. 

Isla Pez, Salar de Uyuni, Bolivia

Las fotos de perspectiva

Y ¡llegó el momento de las fotos de perspectiva! El Salar de Uyuni se convierte en un gran y único lienzo en el que crear formas divertidas. Es un clásico entre los que visitan este insólito lugar, y nosotros no íbamos a ser menos. Sacamos algunos objetos del coche, jugamos con la imaginación y este fue el resultado. Un rato más que divertido. Las carcajadas fueron las protagonistas de las diferentes imágenes. De esas risas que hacen que se te salten las lágrimas y te duela el estómago. De esas risas de puro enrale. 

Salar de Uyuni, Bolivia Salar de Uyuni, Bolivia

Visita a los «dos cielos»

Hay un lugar especial y espectacular en el Salar de Uyuni. Muchas compañías de turismo no se arriesgan a entrar en él, debido a que la sal y el agua son corrosivos para los vehículos. Les hablo de los reflejos de agua, comúnmente conocido como la zona de los «dos cielos». ¿Por qué se llama así? Debido a la presencia de agua sobre el salar, el reflejo del cielo en la tierra es sencillamente mágico y espectacular. Te hace sentir como si estuvieras flotando entre dos cielos. Lo más bonito es acudir al atardecer, pues el juego de colores es sublime. 

Y ahí estábamos, alucinando con el reflejo de las montañas en el agua que pisábamos. Alucinando con el reflejo del sol, con el reflejo de nosotros mismos. No sabíamos a dónde mirar, pues nos quedamos prendados de cada paisaje, de cada forma, de cada color, de cada reflejo. Aprovechamos para sacarnos fotos preciosas. Aunque la verdad es que las fotos no hacen justicia a lo que captaron nuestros ojos, ni nuestros sentidos. 

El día terminó con nosotros dentro del 4×4 por la bajada en picado de las temperaturas. En silencio. Observando plácidamente el caer del sol en el horizonte mientras dibujaba líneas de colores en los dos cielos.

Para visitar el Salar de Uyuni cualquier época del año es ideal, puesto que aunque hay compañías que aseguran que no hay agua, lo cierto es que siempre la hay. Así que no te dejes engañar a la hora de reservar tu excursión por el Salar de Uyuni.

Quiero acabar agradeciendo una vez más a la familia de Turismo Cristal por el buen trato, el día tan completo y divertido, y la acogida que tuvimos en su hogar. Sin duda, los recomiendo al 100%. No duden en contactar con ellos para reservar el tour por el Salar de Uyuni. Pueden hacerlo por Facebook o en TripAdvisor. Les aseguro que no se van a arrepentir.

Y tú, ¿te atreves a caminar entre los dos cielos?