Laguna Parón, el secreto de Caraz

Laguna Parón, el secreto de Caraz

Casi en el centro de Perú, en la ruta de la cordillera andina, se encuentra un lugar sin igual: la laguna de Parón. Atrás dejé el ruido de las ciudades costeras de Chiclayo y Trujillo. Ciudades que cuentan con un atractivo histórico inmenso, pues en ellas se encuentran ruinas arqueológicas preincas de las civilizaciones Moche y Chimú. Si quieres ver la ciudad de barro más grande del mundo, deberás visitar las ruinas de Chan Chan en Trujillo. Pero si prefieres conocer sobre los Moche, visita Chiclayo.

Después de empaparme de la cultura costeña, me embarqué en una nueva aventura en el interior del país. Félix fue nuestro anfitrión en Caraz durante unos días. Nos contó mucho sobre la historia del lugar y los mejores sitios para visitar. Si bien es cierto que su vecina Huaraz es más famosa, los atractivos de Caraz son enormes. Seguro que si has oído hablar de Perú, habrás escuchado que la laguna 69 es de visita obligatoria. Pero yo les voy a contar de un lugar mágico que nada tiene que envidiar a la laguna 69. Les hablo de la laguna Parón, más grande que la ya mencionada y de una belleza espectacular.

Laguna Parón

Situada en la provincia peruana conocida como Huaylas, la laguna Parón cuenta con el depósito natural de agua dulce más grande de la Cordillera Blanca y de la región de Ancash. Tal vez por eso, y su gran riqueza ambiental, fue declarada en 1985 como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Se encuentra a unos 32 kilómetros de Caraz y hay varias opciones para llegar a ella.

Cómo llegar

Entre las opciones para llegar a la Laguna Parón se encuentra la clásica y fácil: contratar un tour. Los coches llegan hasta el borde de la laguna, así que es una opción bastante buena. Pero si lo que prefieres es ir por tu cuenta, gastar menos dinero, y vivir una experiencia auténtica, acampar a orillas de la laguna es lo mejor.

Se puede tomar un colectivo temprano, a las 7:20 de la mañana, por un precio de 6 soles (1,50 euros). A nosotras nos dijeron que a las 4:20 de la madrugada salía uno, pero jamás apareció. Finalmemte, pactamos un precio de 30 soles (2,50 euros cada una) con un taxi que nos dejó en la entrada del Parque Nacional Huascarán. El trayecto desde el Mercado de Caraz hasta el comienzo del camino hacia la laguna Parón es de una hora aproximadamente.

El sendero

Para llegar a la Laguna Parón y ver sus preciosos colores turquesas flanqueada por varios nevados, entre ellos el nevado de Paramount, hay que superar un treking de 16 kilómetros cuesta arriba. Hay dos opciones, o seguir el camino habilitado para los coches, o ir acortando por los senderos marcados de treking. Éstos son más duros, pero se ataja bastante, pues la carretera es en zigzag y las vueltas son bastante largas.

Esta vez fuimos bien preparadas. Mucha agua, barritas energéticas, panes, tortillas de papas y dulces para tener buena energía y evitar el mal de altura, que tanto sufrí en el volcán Cayambe de Ecuador. Empezamos la ruta con bastante energía y buen ritmo. Y eso que es todo cuesta arriba. Tal vez fueron los paisajes los que hicieron que mi atención se centrase en ellos, y no en los kilómetros que estaba haciendo. El aire era puro, la temperatura agradable, y los ánimos muy altos.

El ascenso fue lento, cada vez la altura se notaba más y el peso del día hacía mella en nosotras. Íbamos acortando camino por los treking que estaban marcados y en el último tramo tomamos un desvío que no estaba realmente marcado, pero que era viable según un mapa que teníamos. La situación se vio truncada cuando de repente tuvimos que atravesar un cenegal. Sin querer en una ocasión introduje mi pie hasta el fondo de un charco de barro. Eso provocó que mis zapatillas quedarán tan empapadas que era imposible seguir el camino con ellas. Además, ya estaba haciendo frío, pues estábamos bastante alto. ¿La solución? Andar descalza los dos kilómetros y medio que quedaban hasta la laguna.

La laguna

Y ¡ahí estaba! Una gran extensión de agua dulce de un intenso y precioso color turquesa. Fue la protagonista de las fotos. Por fin habíamos llegado. Estábamos a 4.200 metros de altura. No sabía a dónde sacar fotos primero. Alguna de las cimas de los nevados estaban con nubes. Por suerte fueron despejándose poco a poco para que pudiéramos apreciar un paisaje sin igual.

Después de las fotos, hablamos con el guardabosques. Le preguntamos dónde podíamos acampar. Nos indicó que donde quisiéramos, pero que no estaba permitido hacer fuego. La verdad que estábamos bastante cansadas. Buscamos el mejor sitio para ponernos. Sacamos la comida y disfrutamos de un buen almuerzo entre picos nevados y al frente de una laguna de cuento de hadas. Todo fue perfecto.

Enfrente justo de donde estábamos se encuentra el nevado Artesonraju. De él se dice que fue la montaña que inspiró el actual logo de la compañía cinematográfica de Paramount Pictures. La primera versión se corresponde con una montaña de Utah, la de Ben Lemond. Fue dibujada por Adolf Zukor. Sin embargo, en un intento de perfeccionar el logo, se escogió el Artesonraju como nueva imagen, convirtiéndose en la oficial en diciembre de 1953. Asombroso el lugar en el que me encontraba.

Poco a poco las pocas personas que habían llegado en tour se fueron yendo. Incluso el guarda bosques nos dijo que se marchaba al pueblo porque necesitaba comprar unas cosas y que no llegaría hasta el día siguiente. Montamos el campamento, nos habíamos quedado completamente solas.

La noche comenzó a llegar, y con ella un frío que no experimentaba desde la subida al Cayambe en Ecuador. Estábamos a 0 grados. Después de presenciar un cielo estrellado en luna llena, de esos que abruman, nos metimos en la caseta. Juntándonos bien para darnos calor entre las tres. Morfeo se apoderó de nosotras.

El regreso

A la mañana siguiente, después de un buen desayuno, recogimos todo y emprendimos la marcha. Ese día se levantó bastante frío. Lloviznó prácticamente todo el camino. Una ligera niebla hizo que el paisaje soleado que habíamos disfrutado la jornada anterior desapareciera, dando lugar a un escenario totalmente distinto. Es asombroso como el clima hace que cambie tanto el paisaje haciendo que parezca otro.

El camino de regreso lo hicimos prácticamente sin parar. Era cuesta abajo y hacía bastante frío como para detenernos. En el descenso no pudimos coger los atajos, pues estaba tan lluvioso el día que el barro se apoderó de los senderos. Y yo ya había tenido bastante el día anterior al meter el pie en el barro. El tramo final se hizo bastante pesado, ya estábamos cansadas del día anterior. Llegamos a la salida y nos acercamos al núcleo urbano donde tomamos un colectivo de vuelta a Caraz por 6 soles. Sin duda, ha sido una experiencia más que gratificante.

Consejos

Si vas a realizar esta ruta debes tener en cuenta que el desnivel es bastante grande. Es muy común sufrir mal de altura. Para evitarlo, es conveniente tomar un té de coca antes de emprender el camino. Asimismo, es recomendable llevar de 3 a 4 litros por persona como mínimo, y comida suficiente para tomar algo cada dos horas al menos.

Si no tienes caseta, en el centro de Caraz, en la Plaza de armas, hay varias empresas en las que puedes alquilar una buena tienda de campaña a buen precio. Nosotras conseguimos una de invierno por 20 soles (5 euros a pagar entre 3 personas). Llevar mucha ropa de abrigo y un buen calzado. El precio de entrada al Parque Nacional es de 5 soles. Nosotras al ir muy temprano no pagamos el acceso. Pero comparado con la entrada a la laguna 69 que es de 30 soles, es una cantidad ridícula y asequible. De resto, ¡a disfrutar del camino!

Más fotos de la ruta