El templo perdido de Risco Caído y su marcador astronómico
En Artenara, el pueblo más alto de la isla de Gran Canaria, se encuentra un yacimiento arqueológico de un valor incalculable. A día de hoy aún se sigue investigando sobre la simbología de los grabados encontrados, y sobre los fenómenos astronómicos que se dan en él. Hablo de Risco Caído, propuesto para convertirse en el próximo Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Pero vamos por partes, ¿qué es Risco Caído?, y ¿qué se puede presenciar en este yacimiento prehispánico?

Cartel identificativo del yacimiento Risco Caído
Fue en el año 1992 cuando técnicos arqueólogos descrubieron un conjunto de cuevas, que a simple vista dieron a entender que se trataba de un almogarén con un magnetismo especial. Un excepcional y singular complejo arqueológico que serviría, aparentemente, como centro ceremonial de carácter religioso y astronómico. Fue construido por los antiguos pobladores de las islas procedentes de la cultura amazihgs del norte de África, que habitaban el lugar hasta los siglos XIII y XIV. Época en la que llegaron los europeos en busca de las nuevas rutas de especies, y por el comercio de esclavos. Acabando así con gran parte del legado canario.
Risco Caído forma parte de los denominados «yacimientos estrellas» encontrados en la isla de Gran Canaria. Este conjunto de yacimientos singulares está compuesto por espacios sagrados que fueron labrados por los amazighs aprovechando la orografía isleña en conexión con el cosmos. Además, se sabe que se servían de ellos para controlar el tiempo a modo de calendario astronómico, marcando así los equinoccios y solsticios. Así pues, los yacimientos de Cuatro Puertas en Telde, la tumba del Rey de la Necropolis de Arteara, La Guancha en Gáldar, el almogarén del Roque Bentayga y Risco Caído en Artenara, son los más significativos a la hora de marcar tanto los equinoccios como los solsticios.
De esta manera, los antiguos canarios tenían un control total del tiempo al observar dichos fenómenos astronómicos. La perfecta alineación de los yacimientos tanto con la salida, como con la puesta del sol, no deja indiferentes a aquellos que tratan de estudiar la conexión que los canarios tenían con el entorno natural. Pues el desarrollo de estas importantes estructuras, aprovechando los accidentes geográficos, son tremendamente precisos a la hora de marcar las estaciones del año.

Acceso exterior al conjunto de cuevas del yacimiento de Risco Caído
Risco caído, el templo sagrado bajo la roca
Los asentamientos de la caldera de Tejeda, y su entorno, son una muestra irrepetible del hábitat humano que se desarrolló antaño. Las antiguas culturas insulares dejaron constancia a través de estos yacimientos de su alto nivel de organización del espacio. Y de la gestión adaptativa de los recursos naturales altamente compleja, eficiente y sofisticada. De igual modo, pese a lo asombroso de estos yacimientos, Risco Caído sorprende aún más, pues todavía no se ha descifrado al completo el significado y funcionalidad total de este complejo arqueológico.

Interior de la cueva de Risco Caído
Esta obra es única en su género. Según los últimos estudios, fue construida desde dentro hacia arriba con una terminación en cúpula, o bóveda, de unos cuatro metros de altura. Lo curioso es la abertura en la parte superior de ésta que permite entrar al interior de la cavidad la luz del sol durante el equinoccio de primavera y el solsticio de verano. Mientras que la luz de la luna incide en la cueva a partir del equinoccio de otoño. Todo apunta que esta cavidad funciona como un precioso e ingenioso marcador astronómico por el recorrido que realiza la luz cuando incide en el interior de ella.

Incidencia de la luz sobre la pared de grabados
Este recorrido lumínico comienza con un gran haz de luz del mismo tamaño que la muesca por la que entra, y que va haciéndose cada vez más pequeña hasta que «muere». En algunas semanas el efecto óptico que se puede apreciar es en forma de mujer embarazada, según las visualizaciones durante años que los expertos han ido realizando de este fenómeno. Así pues, muchos hablan de un reloj fálico (el haz de luz) que penetra fertilizando a la Madre Tierra, en este caso los triángulos invertidos.
Interior de la cueva y fenómeno astronómico

Parte del recorrido de la luz en Risco Caído
Entre los meses de marzo y septiembre la luz del alba incide por la abertura situada en la parte alta de la cúpula, proyectándose en la cara opuesta de la cámara principal. Ahí se encuentran las manifestaciones ruprestres en forma de cazoletas u hornacinas, y de triángulos púbicos grabados a bajo relieve. En concreto, se han detectado un total de 43 triángulos invertidos que representarían la feminidad y la fertilidad.
Lo que es evidente es que la alineación de la abertura exterior para la incidencia de la luz con los grabados de la pared es altamente precisa. Una muestra de lenguaje visual insólito para estas culturas con una complejidad alucinante. Se crea de esta forma una asombrosa secuencia de imágenes. La interpretación que más acogida tiene entre la comunidad científica consiste en que el recorrido y movimiento que hace la luz, tanto del sol como de la luna, tiene un discurso fertilizador sobre la Madre Tierra. Y, en consiguiente, sobre todas las especies que habitan en ella, representada ésta por los triángulos invertidos.
La visita a este yacimiento solo se puede realizar a través de las excursiones organizadas por el Cabildo de Gran Canaria en grupos de 12 personas para garantizar la conservación del mismo, ya que aún se siguen haciendo investigaciones en dicho yacimiento. Para ello es necesario rellenar una inscripción a través de Patrimonio y Cultura. La lista de espera es bastante grande pero merece la pena presenciar dicho fenómeno.
Las energías que allí se perciben son auténticamente maravillosas, y es una buena forma de entender la vida de nuestros ancentros, tan desvalorizada por los castellanos tras su conquista. La historia de nuestro pueblo y sus tradiciones ancestrales no deben caer en el olvido. Conozcamos nuestras raíces, y, sobre todo, cuidemos de ellas, mostrando el respeto que se merecen. En este enlace podrás ver un time lapse del fenómeno desde el interior de la cueva.
Conexión con otros yacimientos del planeta
Tanto Risco Caído, como los espacios sagrados de montaña de Gran Canaria, guardan una estrecha relación con algunos de los escasos bienes culturales que aparecen en la lista del Patrimonio Mundial de las antiguas culturas insulares. Así pues, nos encontramos con estos yacimientos en distintas islas del planeta:
- Dominios del Jefe Roi Mata (Vanuatu). Se trata de un conjunto de edificaciones abandonadas a principios del siglo XVII en las islas de Lefate, Lelepa y Artok que están asociadas a la vida y muerte del último jefe supremo de Vanuatu. En dicho yacimiento convergen la tradición oral y la arqueología.
- Centro Neololítico de las Islas Orcadas (Escocia). En Orkney el grupo de monumentos incluyen un asentamiento y círculos de piedras que constituyen la representación de un importante paisaje cultural prehistórico de hace 5.000 años. Las alineaciones incluyen claros marcadores solsticiales.
- Acantilados de Bandiagara-País Dogon (Malí). Se trata de un complejo asentamiento troglodita formado por viviendas, graneros, altares, santuarios, y lugares de reunión. Se han constatado manifestaciones de un calendario astronómico y una cosmología peculiar que ha sobrevivido a lo largo de los siglos.
- Parque Nacional de Rapa Nui (Isla de Pascua). De origen polinesio, alberga uno de los yacimientos más imponente de todo el planeta. Las plataformas ceremoniales (ahus) sobre las que se rigen las famosas moais permiten una interpretación minuciosa arqueoastronómica.
- Islas Rocosas (Palau). Se trata de asentamientos en piedra seca, enterramientos, y manifestaciones rupestres mediante grabados en roca.
Completa, excelente y sugerente información