
Cenotes en Tulum, tesoros de la Riviera Maya
Los Cenotes en Tulum son sin duda una de las joyas de la corona de la Riviera Maya. Situada en el Caribe de México, se extiende por 120 kilómetros de costa con agua turquesa y paradisiacas playas. Pero, la Riviera Maya es mucho más que playa y fiesta, y es que alberca un tesoro escondido entre su selva. Son los llamados Cenotes.
Los cenotes son formaciones geológicas que se formaron a través de un proceso natural durante miles de años que se llenan de agua dulce en su interior. Son hoyos o incluso túneles subterráneos interconectados. Sus características son únicas y su formación todo un misterio para la ciencia.
A mi llegada a México lo tenía claro, realizaría una ruta por los lugares más emblemáticos de la Riviera Maya, pero sobre todo, quería descubrir todos aquellos escondidos Cenotes en Tulum.
Cenotes en Tulum
Llegué a Tulum en dos ocasiones, lo hice desde Cancún, epicentro de la Riviera Maya. La verdad que hay una gran cantidad de cenotes en Tulum, muchos de ellos aún por descubrir. Había leído sobre varias rutas y cenotes, tenía algunos apuntados. Pero lo que hice y más me funcionó, fue preguntar a los locales sobre cuáles eran los mejores, los más escondidos y los más bonitos. Así que ahí fui. El primer día alquilé una bicicleta en el centro de Tulum y comencé una preciosa ruta por varios cenotes.
Cenote Calavera
Fue el primero que visité, se encuentra a apenas dos kilómetros y medio del centro de Tulum, y me enamoré perdidamente. Apenas eran las 9 de la mañana y solo había una persona en el cenote. Se trata de un lugar privado, tienes que pagar un costo de 100 pesos mexicanos al dueño que se encuentra en la puerta. Él te indica el camino, que discurre entre frondosa vegetación hasta llegar al cenote. Mi cara fue de asombro, y sentí una gran emoción al llegar a él. Un pequeño círculo se abre paso hacia el interior de la tierra. El agua se encuentra a una profundidad de unos 3 metros aproximadamente. Además, hay otros dos círculos aún más pequeños en el lado derecho, por lo que, si ves el cenote desde lo alto, la forma es de calavera, de ahí su nombre.
Para bañarte en él dependerá de lo atrevida o atrevido que seas. Puedes saltar impulsado por una liana que pende de un árbol. Puedes saltar al vacío impulsado por tus piernas, o puedes usar unas escaleras de madera. Yo no lo pensé mucho, me quité la ropa y me impulsé hacia el cenote. El agua estaba bastante fresca, para mi sorpresa. Puedes nadar en su interior, incluso bucear. Pues cuenta con una red subterránea de camino que te permitirá comenzar ahí tu inmersión y salir en otro cenote. Maravilloso. El horario para visitar el cenote calavera es de 8 am a 4 pm.
Gran Cenote en Tulum
A otros dos kilómetros del cenote calavera, sobre la carretera principal, se encuentra el Gran Cenote. Este lugar lo visité porque está en la lista de los más recomendados, pero la verdad que no me gustó mucho, ya que está diseñado como un resort turístico en toda regla. El lugar es bonito, no voy a decir que no, pero demasiada gente para mi gusto. El precio de la entrada es de 180 pesos mexicanos. Al pasar hay una gran explanada de área de jardín, un restaurante a la izquierda y un área de baños con duchas a la derecha. Uno de los requisitos para entrar al cenote es que te des una ducha antes y que no te apliques ningún aceite o crema para no dañar el medio.
En el césped, hay unas escaleras que van hacia el cenote. Tiene como dos espacios en los que te puedes bañar conectados entre sí. Abajo, donde está el agua, hay un área de madera con taquillas que por un costo extra puedes usar para guardar tus cosas. El agua es muy clarita, y está bastante fresca. Para mi sorpresa, más que en el anterior cenote. Además, hay una zona en la que hay varias tortugas.
Cenote Car Wash
A casi cuatro kilómetros del Gran Cenote, sobre la carretera pero en el lado de enfrente, encontré el cenote Car Wash. Se llama así porque antiguamente se lavaban muchos coches en ese área. Ahí encontré un remanso de paz que no me esperaba. Nada que ver con el resort turístico anterior. El horario de entrada es de 9 am a 5 pm y tiene un costo de 50 pesos mexicanos. Una gran diferencia.
Este cenote es a cielo abierto, sí hay un gran hoyo en el suelo, pero el agua está al nivel de tierra. Cuenta con un área de mesas de madera para poder comer, una zona con duchas, y un pequeño trampolín de madera del que te puedes tirar, o simplemente tumbarte a descansar. No había casi nadie, el lugar es tranquilo y muy bonito. Para mi sorpresa, llegó un grupo de buzos a realizar una inmersión, en este caso de ida y regreso, pues en su pared derecha hay unas grutas para realizar esta actividad.
Cenote Corazón
Partiendo de Tulum, pero hacia el sur, dirección Mahahual, hay varios cenotes. Yo paré en uno que está escondido que se llama Cenote Corazón, por su forma que se ve desde lo alto. Se encuentra a unos 6,7 kilómetros del centro de Tulum. El costo es de 100 pesos mexicanos para nacionales y de 150 pesos mexicanos para extranjeros. Una carretera de tierra se adentra entre frondosos árboles que te conducen a un lugar mágico. La calma y la paz se respiran en el ambiente. Un pequeño sendero te lleva hasta el corazón propiamente dicho. Cuenta con baños, hamacas de madera y una pasarela de madera en la que te puedes sentar a orillas del cenote. El agua está bien fría, y cuenta con muchas especies de flores y peces que emergen del fondo. En esta ocasión no ví a nadie buceando, pero sí aprecié una línea de vida y varias grutas para realizar esta actividad.
Laguna Kaan Luum
A unos cuatro kilómetros y medio del Cenote Corazón se encuentra una increíble laguna llamada Kaan Luum. La entrada tiene un costo de 100 pesos mexicanos por persona. Había visto fotos, pero la verdad que una vez que estás ahí la emoción inundó mi ser. Es una inmensa laguna de agua cristalina turquesa y en el centro cuenta con un cenote de agua azul oscura con una profundidad de 80 metros. El paisaje es sublime, y abrumador. Tiene varias pasarelas de madera sobre la laguna, algunos columpios y hamacas para tumbarte a disfrutar del paisaje y la tranquilidad. Es muy visitado, pero es tan grande que hay lugar para todos.